Todos queremos divertirnos durante la temporada de fiestas. La buena actitud puede transformar totalmente nuestras experiencias, nuestras vidas, y las vidas de nuestros seres queridos.
¡Listos o no, ya llegó diciembre! Muchas personas tienen una visión de cómo deben ser las fiestas…la nieve cubriendo la tierra, el humo saliendo de la chimenea por encima de una casita con velas en las ventanas y una luz cálida iluminando el trasfondo. O quizás se trata de familia y amigos reunidos alrededor de la menorá o candelabro, o celebrando las posadas. Todos, sin importar cuáles son nuestras tradiciones, a lo mejor tenemos una idea de cómo debe ser la experiencia.
Sin embargo, tratar de construir una experiencia perfecta puede causarnos mucho estrés. A lo mejor todo empieza bien, pero luego la lista de deberes crece cuando un invitado nos confiesa que preparar la torta es demasiado difícil para él, uno de nuestros niños se enferma, o nos sentimos solos en medio de todo el bullicio a nuestro alrededor. En tales momentos podemos empezar a sentirnos abrumados, o tristes, o rendidos. Y entonces todo parece menos divertido. Los estudios muestran que una buena manera de cambiar estos momentos difíciles es con la gratitud.
La gratitud es más de un simple “gracias”. ¡La gratitud es una manera de abrazar al mundo! Es un ejercicio. Cuando nos entrenamos a sentir agradecidos, cambiamos los circuitos en nuestros cerebros y aumentamos la fortaleza emocional. ¡Vea los 5 beneficios a continuación!
- Un cuerpo y un corazón más sanos
- Más habilidad de enfrentar las dificultades
- Más felicidad y satisfacción
- Un punto de vista más optimista
- Un mayor sentido agradecimiento y perdón, lo cual conduce a mejores relaciones sociales
Aumente su actitud de gratitud con estos tres ejercicios—
- Aprecie todo, aún las bendiciones más pequeñas en la vida
- Pase tiempo con la familia y los amigos. Piense en tres cualidades admirables que tiene cada uno.
- Escriba una carta a alguien para decirle porqué le está agradecido/a.
La gratitud y la felicidad van de la mano. ¡No existe la una sin la otra!
