5 consejos para hablar con los maestros acerca de los problemas escolares

Nunca es fácil recibir la llamada de un maestro debido al comportamiento o desempeño escolar de su niño o niña. Este tipo de llamada, o nota, puede causar sentimientos de pánico o de culpa. O puede que usted se sienta defensivo/a (¿¡¿Cómo se atreve a decir que mi niña está teniendo dificultades con las matemáticas/la lectura/estándose quieta/etc.?!?). Aunque sea difícil, al recibir este tipo de llamada, respire profundo, e intente estos tips.

  1. Asume que el maestro quiere lo mejor para su niño o niña. Puede ser muy difícil escuchar que su niño o niña está teniendo dificultades en la escuela, e incluso puede parecer que su maestro se está metiendo con él o ella. Pero la mayoría de los maestros solo quieren lo mejor para sus alumnos. Y USTED también quiere lo mejor para su niño o niña. Entonces, (aunque le parezca que su maestro no entiende su niña), la mejor manera de ayudarla es la de mantener una actitud positiva (o por lo menos neutral) al hablar con el maestro.

Y recuerde que la maestra también es un ser humano.  Muchos maestros encuentran difícil hacer una llamada a propósito de las dificultades de un alumno/a. Entonces es posible que ambos se sientan un poco agitados al iniciar la conversación. Está bien decir “Es difícil para mí escuchar/hablar sobre esto.” A lo mejor el/la maestro/a siente lo mismo.

Aunque haya tendido una interacción negativa con este maestro en el pasado, trate de comenzar de nuevo. Esto puede ser difícil si sus conversaciones pasadas con este maestro, quizás sobre otro niño o niña, no dieron buen resultado. Podría abordar esta situación diciéndole, “Sé que hemos tenido conversaciones que no salieron muy bien en el pasado, ¿por qué no comencemos de nuevo ahora?” o, si tiene una idea acerca de por qué las cosas no salieron bien en el pasado, podría hacer una sugerencia para mejorar la situación. Por ejemplo, si es difícil para usted hablar con la maestra después del trabajo porque está muy cansada, podría pedirle a la maestra que la llame durante el descanso del almuerzo o podrían platicar antes del comienzo de la escuela. Si realmente no cree que pueden superar las dificultades pasadas, podría pedir que se reúnan en presencia de otra persona, como el director de la escuela.

  1. Averigüe más sobre el asunto. Puede ser tentador decirle a la maestra por qué no es posible que su niño tenga los problemas que está describiendo. Antes de hacerlo, tome la oportunidad de investigar más sobre el asunto. Podría decir algo como:

 “¿Me puede decir específicamente lo que está pasando?” Esto le da a la maestra la oportunidad de describir los comportamientos o dificultades que están pasando. Pida ejemplos si necesita más información.

 “¿Me puede decir dónde y cuándo está pasando el comportamiento/dificultad?” Esta información puede ayudar a que ambos vean los patrones del comportamiento de su niño o niña o las cosas que conducen a la dificultad. Por ejemplo, quizás le cuesta a su niña sentarse quieta antes del almuerzo. Esto podría significar que necesita tomar un descanso a mitad de la mañana para moverse un poquito en vez de esperar hasta la hora del almuerzo.

  1. Sea un/a detective con la maestra. Toda clase de comportamiento y dificultad tiene causas o cosas que conducen a la dificultad. Así que el hablar acerca de dónde y cuándo suceden las dificultades puede ayudarlos a entender la causa del comportamiento. Si es algo que también sucede en la casa, podría compartir esta información con el/la maestro/a. Por ejemplo, quizás sabe que cuando su niño está asustado, le cuesta mucho estarse quieto. Entonces, si tiene dificultades para sentarse quieto en la escuela, sugiera al/la maestro/a que trabajen juntos para averiguar lo que está causando ansiedad o temor en su niño o niña. Algunas cosas para recordar:

Informe al maestro si están sucediendo cosas en la casa que podrían contribuir a las dificultades en la escuela. Su familia podría estar pasando por un momento estresante porque no le alcanza para el arriendo o está teniendo problemas con otros miembros de la familia. El estrés en la casa puede afectar cómo los niños se comportan y aprendan en la escuela. No tiene que contarle todo al maestro, pero si le deja saber que en este momento existen dificultades en la casa, esto le ayudará a trabajar con su niño o niña.

  1. Colabore con la maestra para elaborar un plan que aborde la situación. Durante su carrera, los maestros conocen muchos niños y es posible que tuvieron experiencia con este tipo de situación con otros niños en el pasado. Entonces, pregunte a la maestra lo que ha funcionado bien en el pasado. Vale la pena intentar estrategias que han sido exitosos. Además, usted conoce muy bien a su niño o niña y si existen estrategias que funcionan bien con él o ella, dígalo a la maestra. Una vez que usted y la maestra tengan un plan para la escuela, pregunte lo que pueden hacer en la casa para reforzarlo. Por ejemplo, quizás a la maestra le gustaría entregar calcomanías a su niño cada vez que alza la mano para hacer una pregunta. Usted podría comprometerse a revisar la hoja de calcomanías con su niño cada noche para felicitarlo. Y quizás podría ganar un premio, como escoger la comida familiar para ese fin de semana, por haber ganado un cierto número de calcomanías durante tres de los cinco días.
  1. Chequee con el maestro para saber cómo van las cosas. Es importante mantenerse en contacto con el maestro para averiguar cómo va el plan. Existen algunas estrategias para mantenerse en contacto, como dedicar un cuaderno para que usted y el maestro se comuniquen con notas. O podría programar llamadas telefónicas regulares para dar seguimiento a la situación. De esta manera podrá apoyar el plan para la escuela también en la casa.

Comunicarse con el/la maestro/a de su niño o niña puede ser algo temeroso. Pero al final, su niño o niña tendrá la mejor oportunidad para triunfar en la escuela cuando colaboren sus padres y maestros.

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