Aprender a Compartir (De una Manera Agradable)

Los padres frecuentemente oyen que la habilidad de compartir es clave para el desarrollo social de los niños. Y es cierto; los niños que tienen mejores habilidades sociales parecen desempeñarse mejor al largo plazo, como alcanzar niveles de educación más altos. Y la habilidad de compartir el espacio y los materiales ciertamente hace que la vida sea más agradable.

Sin embargo, algunos padres y maestros también han dicho que les parece injusto exigir que un niño comparta algo que está usando, solamente para enseñarle la habilidad de compartir. Una madre escribió en su blog que es como si un desconocido se le acercara a usted mientras usaba su Smartphone y exigiera tener su “turno”. Ella notó que la mayoría de la gente no simplemente entregaría sus teléfonos, y se preguntó ¿por qué deberíamos esperar que los niños entreguen sus juguetes a otros niños que exigen jugar con ellos? Usa este ejemplo para justificar su decisión de no ‘hacer’ que su niño comparta.

Bueno, sí, vemos que sería super frustrante para cualquier persona, sea adulto o niño, tener que interrumpir su actividad para entregar su teléfono, juguete, etc. a alguien que está exigiendo groseramente usarlo. Y, no sería probable que compartiera sus cosas contentamente en el futuro. Y no le enseñaría nada sobre cómo ser educado o esperar a persona que exigió usar su teléfono. Pero, cómo sería si un desconocido se le acercó a usted y dijo, “Perdón, mi carro se dañó y quisiera llamar a mi esposo para decirle que no puedo recoger a los niños. Cuando hayas terminado su llamada ¿podría usar su teléfono, por favor?” A lo mejor, si usted aprendió cómo compartir de niño/a, es muy probable que dejarías que esta persona utilice su teléfono para hacer la llamada. Y también es probable que otra persona le haría lo mismo si usted se le pidiera educadamente, sin interrumpir su actividad, y si tuviera una razón creíble. Saber compartir es la habilidad social que nos permite hacer que la vida sea más agradable para los demás tanto como para nosotros mismos.

Es igual para los niños. Sus vidas son más fáciles y más divertidas cuando ellos y sus compañeros saben compartir. ¡Y poder compartir es clave para la amistad! Como los adultos, es más probable que los niños compartan cuando la persona que se lo pide es cortés, no le interrumpe sus actividades, y se siente bien respeto a la situación.

Entonces, en vez de ‘hacer’ que su niño/a comparta con otro niño cuando está en plena actividad, prepárele de antemano al enseñarle cómo y por qué compartir. Luego le puede ayudar a él o ella (y a otros niños) a compartir de una manera que les motivará a hacerlo nuevamente en el futuro. Aquí hay algunos consejos para lograrlo:

  1. Hable acerca de cómo y por qué compartir antes de que espera que su niño/a lo haga. Puede presentar la idea de compartir muy temprano y hay muchos libros infantiles que abarcan el tema. También puede mencionar los momentos cuando comparte con su niño/a u otros momentos cuando otros miembros de la familia y amigos comparten. Escuchar eso y ver cómo comparten los demás le enseñará a su niño/a lo que es compartir y también sabrá que es importante para usted. Puede explicarle que compartir es una manera de ser amigable y hace más probable que otros comparten contigo.
  1. Si su niño/a va a entrar en una situación donde es probable que tenga que compartir, enseñe de antemano a su niño/a (y o los demás) cómo funciona. Si su niño/a va a jugar con otros niños o ir al parque donde habrá otros niños, por ejemplo, hable con él o ella de antemano sobre lo que quiere que haga y cómo le va a ayudar a compartir. Podría decir algo como, “Vas a jugar con tu amigo hoy y él quizás querrá que compartas el juguete que estás usando. Esto quiere decir que puedes jugar con un juguete por un rato y luego te voy a avisar cuando quedan 5 minutos hasta que cambies con tu amigo (ver más abajo). Cuando terminan los 5 minutos, puedes darle el juguete a tu amigo y buscar otro juguete o puedes jugar con tu amigo con el juguete si él lo quiere hacer.” También es necesario explicar estas reglas al amigo para que entienda qué es lo que va a pasar. Es buenísimo practicar la habilidad de esperar su turno durante estos momentos de transición. Podría ayudar a su niño y su amigo con algunas sugerencias de qué hacer. Por ejemplo, “Juan va a compartir ese juguete contigo en 5 minutos. ¿Qué podrías hacer mientras esperas? “¿Quieres buscar otro juguete para jugar un par de minutos? Todavía puedes tomar tu turno cuando se acaba el tiempo de Juan.”
  1. Cuando comparte, dé a su niño/a (y a los demás) tiempo de transición. Es muy difícil para niños (y adultos) cambiar rápidamente de una actividad a otra. Necesitan tiempo para hacer la transición. Entonces, si espera que su niño comparte juguetes o materiales, tiene que avisarle acerca de lo que espera y darle un par de minutos para hacer la transición. También ayudará, cómo en el ejemplo anterior, si le das algunas sugerencias acerca de lo que puede hacer después de la transición. O, para niños más grandes, puede pedirles que piensen en algunas posibilidades. También para niños más grandes, los padres pueden proveerles el lenguaje para hacer sus propias transiciones como “Acabaré con esto en 2 minutos y entonces puedes usarlo.”
  1. Anticipe situaciones posiblemente difíciles y planea cómo manejarlas. Si le va a llevar a su niño/a al parque e insiste en traer su excavadora preferida que también atrae la atención de muchos otros niños que se acercarán para pedir usarla, tenga un plan para cuando suceda. Puede hablar con su niño/a acerca de la situación y decirle que a lo mejor otros niños querrán tomar un turno. Entonces puede decidir si está dispuesto/a a dejar que los otros niños tomen turnos (con tiempo adecuado para transiciones) o si prefiere dejarla en la casa. Si todavía quiere traer el juguete, podría traer otra excavadora que su niño/a estaría más dispuesto/a a compartir o que puede usar cuando está listo compartir la otra.
  1. Premie a su niño/a por compartir. Comuníquele a su niño/a que está orgulloso/a de él/ella cuando comparte. Al fin y al cabo, sabemos que es difícil compartir nuestras cosas valoradas. Sé específico/a sobre lo que le gustó y por qué. Entonces, podría decir “Me gustó mucho la manera en que compartiste tus crayolas con Jenny. Ella te pidió bien y dijiste que sí y le diste un lugar para colorear. ¡Esto fue muy amable! ¡Me imagino que ella se sintió contenta y querrá colorear contigo otra vez!” A los niños les gusta hacer lo correcto y cuando reconoces que hizo algo bueno y que se siente orgulloso/a, eso hace más probable que compartirán nuevamente en el futuro.

Estos pasos no resultarán en que su niño/a comparte cada vez (y los niños deben aprender a manejar la decepción cuando sus amigos no comparten) pero pueden ayudar a que el proceso sea más suave y menos probable de terminar en lágrimas de frustración (de su niño/a, los amigos de su niño/a, o usted mismo/a).  Como cualquier otra habilidad nueva, puede tomar tiempo y práctica para que su niño/a realmente aprenda a hacerlo bien. Demostrar la habilidad a su niño y hacer ejercicios de actuación son buenas maneras de enseñar a sus niños. Y recuerde que al ayudar a su niño/a a aprender a compartir hoy le ayudará a ser un adulto más hábil socialmente y ¡quizás más exitoso también!

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Image: © Brad Calkins | Dreamstime.com

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